La posición ideal para ir al baño
- Yeny León
- 27 oct 2015
- 3 Min. de lectura
¿Hay una posición ideal para hacer del baño?

Sí, y además tiene muchos beneficios, que van desde mejorar la salud intestinal hasta previnir el cáncer de colon.
Hacer del baño sentados en un inodoro es una práctica común, desde pequeños nos enseñan a sentarnos en un bañito o directamente en el retrete por “higiene”, nuestros padres nos obligan a sentarnos en el bañito entrenador o usar el retrete normal para hacer popó y, por esta razón cultural, no se nos ha ocurrido reconsiderarla o si quiera cuestionar esta acción.
Hacer del baño sentados es antinatural porque la posición sentada dificulta e impide completar la eliminación; ponerse en cuclillas relaja el musculo puborectal y endereza el recto lo que permite la salida de la materia fecal por el ano sin grandes esfuerzos; de esta forma el colon se libera y deja salir todos los desechos de nuestro cuerpo. Sin ninguna presión más que la fuerza de la gravedad.
Según la Revista Médica de Australia: “…La epidemiología de la apendicitis plantea muchas preguntas sin respuesta, sin embargo, diversos estudios han demostrado que el 80% de los diferentes canceres de colón tienen su origen en el estancamiento fecal…”

¿Y por qué es importante que el colon esté liberado? La higiene del colon depende de la efectiva eliminación diaria. Nuestro maravilloso cuerpo está diseñado para defecar en cuclillas y cumplir con su función corporal, purgando de manera diaria los residuos de lo que ya ha aprovechado nuestro organismo. ¿Y qué pasa si no salen todos esos residuos?
Según un estudio publicado por la Asociación Mexicana de Gastroenterología: “Toda la materia fecal que se queda en nuestros intestinos se seca y se pega a las superficies internas del intestino”, de ahí que 1 de cada 10 mexicanos sufra de apendicitis (bloqueo del apéndice por heces fecales) ¿Y ahora que hacemos, quitamos el inodoro o nos compramos una vacinica?
Y mi respuesta es la vacinica, pero como sé que para muchos de ustedes esto va a resultar demasiado trasgresor les propongo que empiecen con una técnica que les va a demostrar la capacidad que ha tenido su cuerpo de almacenar residuos fecales. Pero les advierto que este experimento no es la solución definitiva, digamos que es sólo ilustrativo.
Utilizar un banquito para elevar las piernas durante la evacuación, 35 grados, de tal forma que sus rodillas queden a la altura de los pectorales o pechos, de esta forma permitiremos que el muslo de la pierna derecha presione “un poco” contra el abdomen inferior, apretando la base del ciego, logrando empujar los residuos fuera del apéndice y de la válvula ileocecal, hasta el colon ascendente donde seguirán su viaje, mientras la apertura del canal del apéndice se mantiene limpio.

Los seres humanos estamos diseñados para realizar nuestras funciones corporales en la postura en cuclillas y la técnica del banquito solo será una “ayudadita” para el colón.
Para vaciar por completo el colon necesitamos sentarnos en cuclillas para que los movimientos del intestino, a través de una serie de contracciones musculares transporten los alimentos (peristalsis) y no tengamos ninguna necesidad de pujar; ya que está postura genera la presión automáticamente.
¡Voila! Cuando el colón está limpio, evitamos enfermedades como la apendicitis, padecimeinto provocado por materia fecal atascada, que inflama e infecta el intestino grueso y hasta podríamos mejorar los síntomas en pacientes con Enfermedad de Crohn (inflamación crónica y seria del tracto gastrointestinal).
En Japón y en algunas otras partes de Asia esta forma de hacer del baño es muy común y es importante decir que los casos de apendicitis son una excepción medica. No está demás consumir suficiente agua, fibra y en casos de estrenimiento, incluir sábila y chía en nuestra alimentación diaria.
¡Buena vida por un esfuerzo sostenido permanente!
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