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Conexión Cerebro- Intestino

  • Foto del escritor: Mariana Ginsburg
    Mariana Ginsburg
  • 16 sept 2015
  • 3 Min. de lectura

Tu Salud Mental


Uno de los aspectos más ignorados en temas de salud es la conexión que existe entre el intestino y el cerebro.

¿Sabías que tenemos la misma cantidad de neuronas en el sistema digestivo que en la médula espinal? Es por esto que al estómago le llaman nuestro segundo cerebro.





Los números de personas que tienen desbalances bioquímicos en el cerebro crece de manera descontrolada. Cada día hay más personas con depresión y ansiedad así como personas con problemas de atención y memoria desde la infancia. La cantidad de niños con déficit de atención e hiperactividad así como niños con diagnósticos neurológicos como Asperger aumenta. En Estados Unidos, el diagnóstico de Déficit de atención ha aumentado de 7.8% a 11% en los últimos 8 años. ¿Cómo es que estos números han aumentado de manera alarmante? En México, la prevalencia es del 12% ¡¿Cómo es que el 12% de la población infantil mexicana padece de este síndrome?! ¿¡¡Cómo es que hay tanta gente deprimida hoy en día!!??


La respuesta, a mi manera de verlo, está en lo que comemos.



Cuando algo no funciona en el cuerpo, el cerebro se ve afectado. No son sistemas independientes. Son sistemas interdependientes. Proteger al cerebro de la neurodegeneración es proteger a todo el cuerpo y viceversa ya que el cerebro no es sólo pensar, también involucra procesos de ejes automáticos y bioquímicos como el eje hipófisis- hipotálamo gonadal, tiroideo o adrenal. En cristiano, del cerebro depende la salud de todo el cuerpo.


Cuando estamos comiendo alimentos que no somos capaces de digerir o procesar (y esta capacidad es genética), estamos provocando permeabilidad en nuestro intestino. Esta permeabilidad, provoca la secreción de citoquinas que son parte de una respuesta inflamatoria en el cuerpo. Es en resumen, una respuesta inmunológica que provoca inflamación silenciosa y crónica. Cuando estas citoquinas son liberadas, viajan a través de la barrera hematoencefálica que es el sistema de protección del cerebro y llegan al mismo. En resumen, también tenemos ¡¡¡permeabilidad de la barrera cerebral!!! (yo también me asusté al descubrirlo). En resumen, tener permeabilidad intestinal, es tener permeabilidad cerebral. Ambas permeabilidades significan tener inflamación silenciosa y sistémica incluyendo al cerebro. No está padre.


¿Qué pasa con un cerebro inflamado?


Los síntomas pueden ir desde dificultad para poner atención, pensamiento nublado, depresión o algo de ansiedad hasta el empeoramiento de diagnósticos complejos como trastorno bipolar, trastorno límite de la personalidad, ciclotimia, trastorno por déficit de atención, epilepsia, asperger y hasta esquizofrenia paranoide.

Algunos estudios demuestran que 50-90% de pacientes que tenían síndrome de colon irritable, tenían también un problema psiquiátrico. Estoy convencida de que existe un vínculo entre lo que comemos y cómo estamos mental, emocional y psíquicamente.


Quiero aclarar que no estoy responsabilizando el 100% de estos desbalances neuroquímicos al consumo de alimentos inflamatorios, pero en mi practica clínica como terapeuta he encontrado que la terapia y la alimentación pueden contribuir a la mejora de estos y otros trastornos neurológicos sin necesidad de medicamentos psiquiátricos o minimizando el consumo de los mismos.



¿Qué hago? ¿Nunca más podré volver a comer harina?


No se trata de volverte un paranoico de la comida. Se trata de ser consciente de lo que le metemos al cuerpo.


Algunas recomendaciones generales te pueden servir:

  1. Evita el gluten

  2. Evita los lácteos

  3. Evita el azúcar

  4. Consume fruta en lugar de postres

  5. Toma cantidades industriales de agua

  6. Come sólo comida real

  7. Evita granos y leguminosas al menos por dos semanas para descubrir si tienen relación con cómo te sientes.

  8. Elimina las harinas y alimentos refinados de tu alimentación

  9. Evita a toda costa los colorantes artificiales y el glutamato monosódico.

  10. Consume proteína animal



Hacer algo más drástico puede ser la solución:

Te recomiendo hacer el protocolo paleo autoinmune al menos por 30 días para darle a tu cerebro su salud óptima y “resetear” el sistema.


Asiste con un profesional de la salud que tenga conocimiento profundo y científico de este protocolo, salud metabólica, adrenal y hepática así como otros factores importantes que intervienen en la salud mental.


Si tienes un trastorno mental diagnosticado, la comida no será la única solución. Aunado a una buena nutrición, te aconsejo asistir con un terapeuta que pueda acompañarte en el proceso de aprender de ti mismo, tus creencias, ideas y esquemas que puedan estar llevándote a no lograr tus objetivos mentales y emocionales.


Recuerda que la salud incluye a tu mente.



 
 
 

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